INTRODUCCIÓN
Sin ninguna duda que
cualquier esfuerzo que llevemos a cabo para prevenir el inicio de un foco de
fuego jamás nos permitirá llegar a la seguridad absoluta, por tal motivo los
diferentes métodos de evaluación del riesgo deberán ser objetivos y llevados a
cabo con el tiempo suficiente y absoluta responsabilidad. El siguiente trabajo
centraliza la importancia de los llamados Sectores de Incendios y su relación
directa con la Seguridad Humana
LA
EVALUACIÓN DEL RIESGO DE INCENDIO Y LA PROTECCIÓN PASIVA
A menudo los profesionales
en Seguridad contra Incendios solemos detectar durante el desarrollo de los
estudios específicos de Evaluación de los Riesgos de Incendios, ya los llevemos
a cabo en industrias, comercios, escuelas, edificios de oficinas o los destinados
a viviendas, algunas desviaciones de singular importancia respecto del
cumplimiento de las normativas específicas en varios puntos que son más o menos
recurrentes dentro de todos esos lugares, que muchas veces no se contemplan
responsablemente e inclusive pasando en algunos caso hasta desapercibidas.
Sabemos perfectamente que
una buena Gestión en Seguridad contra Incendios no se limita solamente al
estudio de la carga de fuego y posterior selección de los sistemas extintores
adecuados al riesgo detectado, sino que son evaluados también otros puntos de especial
importancia sobre todo aquellos que involucran la Seguridad Humana.
Con el estudio de la carga
de fuego en muchas casos se intenta conocer principalmente los valores de la
energía térmica que en caso de incendio se alcanzarían dentro del lugar
estudiado, pero muy pocas veces se evalúan los materiales presentes en cuanto a
su relación con el índice de generación de humos, siendo éste un dato increíblemente
importante.
Entonces la seguridad contra
incendios deberá involucrar en los estudios sobre evaluación del riesgo muchos
otros factores que deberán ser analizados para poder llegar a controlarlos,
modificarlos y si se puede hasta eliminarlos por el potencial peligro hacia la
seguridad humana.
LA
SECTORIZACIÓN CONTRA EL FUEGO Y SU IMPORTANCIA
Como complemento de todo lo
anterior, no es menos importante el hecho de analizar las características
edilicias y los materiales que forman parte del llamado “Continente” (el edificio
en sí mismo sin mobiliarios), y actuar al respecto adecuando todo el conjunto a
las legislaciones que fueran de aplicación.
En éste marco, los
fundamentos de la Protección Pasiva nos definen precisamente a los elementos de
protección pasiva, a “Aquellas piezas diseñadas, producidas e instaladas de
forma permanente dentro de cualquier volumen arquitectónico y que no actúan en
forma directa sobre el foco del potencial peligro, en nuestro caso el fuego,
sino que desarrollan labores de Compartimentación y Sectorización, tanto en
forma horizontal como en forma vertical”.
Estas herramientas están
enfocadas a generar espacios estancos llamados SECTORES DE INCENDIO, los cuales
tienen como principal misión reducir la incidencia del fuego en estas zonas
permitiendo la evacuación a través de pasillos seguros y concediendo un tiempo
vitalmente necesario para la llegada de los equipos especializados en la
respuesta ante el fuego.
Por supuesto que el éxito de
éstas dos acciones depende en gran medida, de la calidad y el grado de
resistencia al fuego de todos aquellos elementos que componen estos sectores.
Por ejemplo, los cableados,
las tuberías, las aberturas cortafuegos, los elementos de decoración, el tipo
de pinturas y barnices utilizados, los cielorrasos, mamparas separadoras, aberturas,
alfombrados, etc.
Una vez iniciado el incendio
y debido a la gran presión generada por el incremento de la temperatura, la
velocidad de avance del frente de llamas puede alcanzar velocidades mayores a
los 10/15 metros por segundos y temperaturas del orden de los 1.000 ºC, y es
por ésta razón la importancia que tiene el control riguroso y detección de
posibles defectos sobre todos éstos elementos ya que cualquier desvío en los
estándares que deben respetar, incrementará exponencialmente tanto la velocidad
del frente de llamas como la temperatura alcanzada.
Los controles deberán
centrarse tanto en la calidad de los materiales, su resistencia al fuego
natural o incrementada (con elementos que retarden su combustión) y sobre todo
la correcta instalación de esos elementos dentro del edificio.
Estos controles tendrán dos
tipos de efectos muy diferentes dependiendo del momento en que se lleve a cabo
el estudio, dentro de la etapa de diseño arquitectónico del edificio, o una vez
concretada su construcción (sobre todo en edificios con cierta edad) ya que en
éste último caso las modificaciones por lo general estarán muy condicionadas.
De todas maneras y aún en
edificios viejos, podemos utilizar muchos elementos de última tecnología y
probada eficacia, para dotar a los elementos del continente, de una resistencia
cierta que pueda llevar al cumplimiento de lo exigido en las legislaciones de
aplicación.
Hay muchos métodos,
elementos y técnicas de aplicación para lograr incrementar la resistencia al
fuego de los elementos combustibles del continente, entre otros, tratamientos con
pinturas y barnices intumescentes, sellados de huecos con almohadillas ignífugas
pasivas y reactivas (también intumescentes), resinas, collarines, juntas,
particiones vidriadas cortafuegos, compartimentación de galerías de servicio
con morteros de protección contra fuego, conductos con sacos antifuego, y
muchos más.
Las aberturas deberán
responder, tanto puertas como ventanas, a los requerimientos de las normas en
cuanto al tiempo que deben garantizar su estabilidad y resistencia ante la
exposición al fuego, las paredes también deben cumplimentar todos estos
requisitos.
Ahora bien, todos estos
requerimientos están indicados en los códigos de edificación, los reglamentos y
leyes de seguridad zonal, y también las normas internacionales de referencia
que indican, para cada tipo de actividad, los valores de resistencia de todos
los elementos que componen la arquitectura del edificio.
Pero de nada servirán todas éstas
precauciones si realmente no se llevan a cabo las compartimentaciones de los
sectores de incendio en forma adecuada, es decir, de nada servirá la inversión
en puertas cortafuego y pinturas retardantes de llama, si existen conductos que
comunican sin protección dos sectores contínuos, al igual que dos niveles
diferentes que están comunicados por huecos de ascensores, escaleras o
conductos de cableados sin protección.
Por ésta razón la
importancia de la compartimentación y la creación REAL de sectores de incendios
requiere, por parte de los profesionales en seguridad contra incendios, de
evaluaciones y estudios responsables e independientes de cualquier otro interés
arquitectónico teniendo como absoluta prioridad, la SEGURIDAD HUMANA.
Ahora bien, sabemos que
existe infinidad de edificios muy antiguos que no permiten la aplicación de las
modernas técnicas de protección por ejemplo, quizás el más recurrente, las
cajas de escaleras que comunican a todos los niveles y sin ningún tipo de
compartimentación, en este caso tampoco es posible ser prácticos en el empleo
de herramientas o elementos para lograr la estanqueidad ya que se necesitan de
grandes modificaciones y engorrosos sistemas imposibles de implementar por
falta de espacio (acceso a los ascensores, aislación de escaleras), o
francamente inviables económicamente.
Evidentemente que en estos
casos se deberá centralizar la seguridad contra incendios en la PREVENCIÓN
minimizando al máximo los elementos del continente que sean inflamables,
capacitando a todos los ocupantes del lugar sobre seguridad contra incendios y
uso de elementos extintores y fundamentalmente llevar un estricto programa de
inspecciones contra incendios centralizando los controles sobre los servicios
eléctricos comunes y privados del lugar, las instalaciones de gas, el manejo de
residuos y algo muy importante, la acumulación de objetos en desuso en sótanos
o boxes.
Algunas soluciones brindan
protección utilizando rociadores en los lugares comunes, extintores especiales
y hasta sistemas automáticos de detección, pero esto forma parte de la
protección ACTIVA no siendo el caso del presente trabajo.
La compartimentación
entonces, es la técnica que más ayudará a la seguridad de las personas en caso
de incendio, logrando la evacuación del lugar en forma rápida y ordenada y
aislando, dentro de lo posible, el foco de fuego en el sector de incendio hasta
la llegada de Bomberos.
Recordemos entonces la
importancia del minucioso estudio del lugar a proteger y sectorizar no dejando
nada librado al azar, a veces los detalles son quizás los culpables de la falla
de los sistemas de protección.
Carlos Alberto Lestón.
Es muy importante contar con la seguridad contra incendios porque nunca se sabe cuando pueda ocurrir un incendios y como todos sabemos los incendios pueden provocar daños graves en la comunidad por eso en todo lugar se debe contar con un extintor o llamar inmediatamente a los bomberos para lograr extinguir las llamas del incendio.
ResponderEliminarEvidentemente todo pasa por la Prevención, una vez desatado el fuego, nadie tiene una idea cierta de las posibles consecuencias. Mucho se hace en Protección Activa o Extinción, pero no debemos descuidar la Seguridad Humana y la Protección Pasiva y Preventiva, es decir que hay que actuar INTEGRALMENTE sobre todos los sistemas, no sirve de mucho hacerlo en forma parcial.
ResponderEliminarGracias por el Comentario, saludos cordiales !
Que gran post. La verdad que me ha soprendido toda la info. Yo solamente se utilizar extintores portátiles, pero después otros equipos contra incendios no se utilizarlo. Es bueno que se impartieran curso de protección pasiva o protección activa para que se pueda combatir fuegos sin que haya daños mayores. Gracias por toda la info y por el gran blog
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