El agua como extintor de incendioS
Si hay un elemento
que acompañó al hombre desde que éste tuvo uso de razón, es el agua.
Podría afirmarse,
sin equívocos, que el agua es el agente extintor más conocido y empleado como
tal desde siempre.
Ello no es casual
ya que, además de ser un elemento de gran abundancia en la naturaleza, tanto el
agua como el fuego son indispensables para el desarrollo de la vida. En
consecuencia, donde hay actividad humana, existen estos elementos que
posibilitan el desempeño de las personas.
Sin embargo, cuando
salen de control, producen gravísimos daños. Uno de ellos, el fuego, puede
mitigarse por la aplicación del otro: el agua.
Esto es posible
debido a las propiedades que tiene este líquido, que permiten la acción
extintora.
Se puede clasificar
a estas propiedades de la siguiente manera:
- Es
un líquido relativamente estable en un amplio rango de temperaturas.
- En
comparación con otros líquidos, su calor específico es alto. Para elevar
la temperatura de 1 kg de agua en 1 °C debe absorber 1.000 calorías que,
en el caso de incendio, las toma de los elementos que se están quemando.
El efecto que produce es un descenso en la temperatura de los combustibles
y en el ambiente circundante.
- A
partir de los 100 °C el agua se evapora y cada kg consume 539.000 calorías
para pasar del estado líquido al de vapor.
- Cuando
el agua se vaporiza, su volumen aumenta 1.600 veces y el vapor producido
desplaza al aire que rodea al fuego y, por lo tanto, el oxígeno disponible
para la combustión es menor.
Las
dos propiedades hasta ahora enumeradas, son las que destacan al agua como el
agente extintor por excelencia.
- Por
otra parte, el peso específico de un kg por litro es importante. Esta
propiedad permite proyectarla a distancias relativamente significativas.
- Su
elevada tensión superficial permite su dispersión en pequeñas gotas y
nieblas, aumentando la eficacia específica de la extinción.
- En
estado líquido, la viscosidad se altera relativamente poco con la
variación de temperatura del líquido, por lo que el transporte a través de
tuberías, mangueras y boquillas, puede hacerse bajo condiciones muy
diversas.
- Es
soluble con determinados líquidos, por ejemplo alcoholes por lo que la
temperatura de la mezcla combustible-agua resulta menor.
- No
obstante, no hay rosas sin espinas en esta viña del Señor. Algunos
inconvenientes deben tenerse en cuenta:
- El
agua es más densa que la mayoría de los combustibles líquidos, lo que le
hace perder efectividad en la extinción de éstos. El líquido se deposita
en el fondo del contenedor de combustible y éste flota, ardiendo sobre el
agua. Recuerde como ejemplo la difusión periodística y televisiva de algún
incendio de petróleo flotando sobre el mar.
- El
agua es conductora de la electricidad debido a las sales disueltas que
habitualmente contiene. De manera que NO debe aplicarse a artefactos
incendiados que están sometidos a tensión eléctrica.
PROPIEDADES EXTINTORAS
El agua actúa sobre
el fuego con estos efectos:
Enfriamiento:
Debido a la
cantidad de calor que absorbe para aumentar su temperatura o vaporizarse.
Esta propiedad se
aprovecha aún más, si se incrementa la superficie de intercambio pulverizando
el agua.
Si bien la mayoría
de los combustibles líquidos no miscibles en agua son menos densos que ésta, en
fuegos de viscosos inmiscibles, por ejemplo el fuel-oil, suele descargarse agua
en estado de pulverización gruesa. Se produce así una emulsión que dispersa al
combustible y provoca el descenso de su temperatura y, por lo tanto, se
disminuye el desprendimiento de los vapores volátiles.
Inertización:
Debida al gran
volumen que ocupa el vapor de agua al cambiar de estado, se reduce la
concentración de oxígeno en las proximidades del combustible ya que lo
desplaza, ahogando al fuego.
Dilución:
Se aprovecha esta
propiedad para extinguir algunos productos inflamables hidrosolubles. Por un
lado, se logra un descenso de la temperatura del combustible. Por otro, el agua
absorbe energía calórica para elevar su temperatura o vaporizarse.
Sofocación:
En los fuegos de
líquidos insolubles en agua y más densos que ésta, con superficie horizontal de
combustión y confinados -tal el caso de los tanques abiertos- puede aplicarse
suavemente sobre la superficie del líquido para crear una película o capa que
sobrenade y evite el contacto combustible-comburente.
FORMAS DE APLICACIÓN
Las maneras usuales
de proyectar agua sobre combustibles ardiendo son las siguientes:
Agua a chorro:
Tiene gran alcance
y actúa enfriando el foco o las superficies expuestas a la radiación térmica
producida por un incendio. Se usa principalmente proyectado a distancia sobre
fuegos de clase A, o para enfriar la superficie externa de tanques que
contengan combustibles líquidos o gaseosos.
Agua pulverizada:
Se proyecta en forma de niebla. Tiene muy poco alcance, pero realiza un enfriamiento muy rápido debido a un múltiple efecto.
El líquido en
estado de niebla presenta una gran superficie que absorbe calor.
Cuando la niebla se
evapora ejerce un efecto de sofocación al fuego, por cuanto el vapor ocupa un
gran volumen que incrementa el ya ocupado por la niebla. Ambos desplazan al
aire que contiene al oxígeno como comburente.
Se utiliza
mayormente para la extinción de fuegos de combustibles sólidos y para el
control de fuegos de líquidos y gaseosos, enfriando sus contenedores.
Agua Rociada:
Se descarga agua en forma de lluvia. El alcance y los efectos que se ejercen sobre un fuego, son intermedios con respecto a los de aplicación con chorro o niebla.
AGUA CON ADITIVOS
Habida cuenta de la
gran disponibilidad de agua, los investigadores han realizado muchos esfuerzos
y estudios para mejorar su efectividad y poder utilizarla en determinadas
situaciones donde no es posible aplicarla en condiciones normales.
Así lograron
mejoras con el agregado de aditivos que producen distintos efectos.
Analizaré los
distintos casos:
Humectantes:
El agua tiene una
tensión superficial alta, por ello presenta dificultades en penetrar y
difundirse dentro de la masa de ciertos combustibles fibrosos sólidos
incendiados, como madera y derivados de ella. Los agentes humectantes reducen
la tensión superficial, con lo que se mejora la penetración del extintor dentro
de la masa del combustible.
De esta manera se
aumenta la superficie en contacto que absorbe calor.
No obstante, los
agentes humectantes deben manipularse con ciertos cuidados y estar aprobados
para su empleo en protección contra incendios, ya que la mayoría son tóxicos,
corrosivos o inestables cuando se mezclan con agua.
Espesantes:
El agua tiene baja
viscosidad. Esta propiedad hace que sólo una delgada capa del fluido se adhiera
al combustible sólido en combustión.
En ciertos casos es
conveniente lograr una capa de mayor espesor, para permitir una barrera más
estable al contacto comburente-combustible.
Para hacer que esta
viscosidad aumente, se le agregan aditivos espesantes.
Con estos aditivos se consigue que el agua se adhiera y se fije más fácilmente al material en ignición, formando una capa continua de espesor mayor sobre la superficie del combustible.
Con estos aditivos se consigue que el agua se adhiera y se fije más fácilmente al material en ignición, formando una capa continua de espesor mayor sobre la superficie del combustible.
Anticongelantes:
En regiones con
climas relativamente severos donde exista la posibilidad de que el agua se
congele -tanto en el interior de tuberías o contenedores, como en tanques
cisterna o en matafuegos- se agregan productos anticongelantes que hacen que
descienda su punto de congelación.
Inhibidores de corrosión:
Cuando se añaden al agua algunas sustancias con el objeto de mejorar alguna de sus características, indirectamente pueden potenciarse otros efectos negativos, como la conductividad eléctrica y la corrosividad sobre ciertos metales y aleaciones. En este último caso, se adicionan pequeñas cantidades de productos que contrarrestan esta acción.
Modificadores de flujo:
Para reducir la pérdida de carga debida a la fricción entre el agua y las paredes de las conducciones -o por el flujo turbulento generado dentro de las cañerías debido a las altas velocidades de circulación- suelen agregarse soluciones que reducen la turbulencia del fluido en su recorrido, desde el punto de toma hasta el de descarga.
De esta forma se
puede aumentar el caudal suministrado y la presión en las boquillas en los
puntos de aplicación.
Muy Buen resumen de capacitación Leston...
ResponderEliminarHola ;)
ResponderEliminarDesde nuestra empresa de extintor celebramos vuestro gran trabajo en este post :)
Pues sí, es difícil encontrar tan buena información sobre extintores.
ResponderEliminarEnhorabuena y saludos desde España